Noche de Miedo

Es la noche de difuntos, también conocida en tierras ignotas y bárbaras como Halloween. Los gritos terroríficos, el miedo de risa, el truco o trato, las calaveras, las calabazas y los zombies de pega campan a sus anchas desde la caída del sol. El carnaval oscuro se apropia de esta noche y la gente quiere pasarlo bien como un muertito en vida.
Sleepy Hollow, Hombre Lobo, M. Night Syamalan, Jacko, Stephen King, H.P. Lovecraft, Bela Lugosi, Iker Jiménez, Miguel Blanco, Jess Franco, la Hammer, Paul Naschy, George A. Romero, Screamin' Jay Hawkins, Poison Ivy, Lux Interior y demás gentes del miedo molón venid a mí: os invoco y os reclamo.

Asustad a quienes tengáis más a mano. Es una orden.

Despacio

En esta vida de vez en cuando conviene hacer pausas; es la forma de enterarte de qué va todo, qué es lo que haces, dónde estás. Porque casi siempre vas demasiado rápido y en realidad muchas veces no sabes por qué. Puede que sin querer y sin que te des cuenta, sean otros los que están dirigiendo tu camino y vayas al paso que ellos te marcan. Entonces es el momento de recuperarte y retomar el dominio de tu propia vida.
Párate, mira a tu alrededor, cierra los ojos, respira hondo, ábrelos, sonríe y dirígete hacia donde tú quieres. Pero, ahora, hazlo más despacio, así te da tiempo a pensar exactamente en lo que haces y por qué. Y mientras eso ocurre, es bueno escuchar a gente como Autour de Lucie. Tranquilamente.

Vuelve a ser quien eras. Vuelve.

Cómo poner orden al caos

Si cada día que pasa la incertidumbre es mayor, si cada paso que das no tiene vuelta atrás, si cada palabra hecha sonido acentúa la herida, si cada decisión tiene que ser firme, si hoy es distinto a ayer pero radicalmente diferente a mañana, si echas de menos el aburrimiento, si te aterra lo desconocido, si aún así no dejas de buscar en lo desconocido, si lo que estaba cerca ahora está lejos, si tienes que elegir bando pero esta no es tu guerra, si quieres gritar pero no sabes a qué, si quieres hacer pero no tienes con qué, si quieres ir pero no tienes a dónde, si buscas calor y solo encuentras frío, si tienes pero no posees, si te das pero no te aceptan, si es No entonces debe ser que Sí, o quizá es que No, o no estás seguro, si sigues haciéndote preguntas pero nada... Si todo eso y mucho más, y cada día más.

No será el viejo Ian quien te dé una buena respuesta. Pero él sabe de qué le hablas.

¡Que vuelven!

Hago un pequeniiiiito alto en la ajetreada vida que últimamente me maltrata y me deja poco tiempo para mis pequeños placeres como, por ejemplo, dejarme caer por aquí, para decir.... o mejor GRITAR que The Stone Roses... ¡se reunen de nuevo! Yeeeeeepaaaaahhhh!!! Ellos mismos lo confirman: http://www.thestoneroses.org/
Os adoro.

Me voy rápido a la peluquería a que me hagan un peinado cazuela. Madchester is back!!

¿Dónde está el otoño?

Dicen que el ser humano es inconformista por naturaleza pero lo que yo creo es que es un perenne insatisfecho. Cuando no tiene nada quiere algo, cuando tiene algo quiere todo, cuando tiene todo quiere más. Luego llega un momento en que se harta de la abundancia y ya no quiere nada; o más bien quiere lo contrario porque en realidad siempre busca algo. El ser humano siempre ha sido, de entre todos los animales, el bicho más raro.
Yo, que siempre he querido vivir en un lugar donde nunca hiciera frío -algún país lejano con primaveras o veranos eternos- abro cada mañana la ventana y veo lo mismo que ayer: un precioso cielo azul rematado por un sol que promete que el día será cálido. Debería estar encantado, pero no. Ahora quiero nubes plomizas, quiero haga viento, quiero que haga frío, quiero que llegue el otoño. Quiero escuchar a The Mary Onettes mientras miro cómo la lluvia moja lánguidamente el cristal de mi ventana.

Me gusta tanto el buen tiempo que quiero echarlo de menos.

Acabaré con todos vosotros (y el mundo será mío)

Es Viernes. Caballeros, se acerca la hora en la por fin que nos encontraremos y, sobre el tablero del mundo y a cara de perro, se decidirá quién es el vencedor. Hace mucho que no medimos nuestras fuerzas pero hoy tengo el pálpito del que se siente próximo ganador. Me dan igual vuestras taimadas tácticas porque yo confío plenamente en mi superioridad estratégica y moral. Preparaos, os voy a arrasar. Será el fin del mundo y cuando esto ocurra, yo me sentiré realmente bien.

En el Risk al final sólo puede quedar uno. Apuesta por mí.

Dando en la tecla

Uno de los mayores logros musicales de los denostados años 80 del S.XX fue que el Synth-pop se estableció como un género que daría sentido a toda la década, influyendo (unas veces mejor que otras) en el resto del pop convencional que se haría a lo largo de ella. La presencia de los teclados en cualquier banda de pop era tan relevante como en las formaciones basadas esencialmente en los sintetizadores, y cobraban un protagonismo tal que les hacía estar a la altura de las guitarras o los bajos. Evidentemente no todos los grupos de pop que incluyeron "sintes" supieron hacer algo digno con ellos y eran más abundantes las canciones horteras que los temas con cierta calidad. Con el cambio de década los sintetizadores se disociaron del pop e iniciaron un camino en solitario bajo la férrea dictadura de la música electrónica. Los teclados dejaron de ser protagonistas principales dentro de la clásica formación de pop y si se mantuvieron después, normalmente actuaban de acompañantes en una segunda línea sonora.
Pero el poso quedó y, algunas décadas después, nuevas generaciones han echado la vista atrás y han tomado nota de lo que se puede hacer a los mandos de un buen Roland, un Moog o un Korg.

Son Hurts, tan teatrales y elegantemente vintage como los Visage de hace 30 años. Y esa sección de cuerdas ¡qué locura, oiga!

Estar contigo

La humedad en estas latitudes asfixia pero estás a mi lado y eso es lo que importa. Te escondes otra vez bajo las sábanas de la cama, me zambullo dentro de ellas pero te escabulles con una risita pícara. El ventilador del techo ha dado la vuelta 1 millón y tu cabeza asoma por lo que queda del embozo, buscando el aire que sus aspas reparten alegremente por la habitación. Tras la mosquitera se oye aullar al mono que todas las mañanas nos saluda con su gutural grito desde el fondo de la selva. Me acerco a la ventana y le replico imitando su aullido. Vuelves a sonreir. No quiero que esto se acabe nunca.

Só tinha de ser com voce.