jueves, 7 de abril de 2016

Para N y L

El dolor es asqueroso pero tiene una cosa buena, solo una pero es muy buena: el dolor une.
Cuando el dolor es intenso o recurrente, une más que todos gustos, amigos o lugares comunes juntos. Transitar por el mismo lado oscuro de la existencia hace que empatices enseguida con alguien que pasa por lo mismo que tú. Y eso hace aflorar un sentimiento que cada vez es más necesario, la comprensión. Entender al otro, ponerse en el pellejo de los demás, valorar sus sensaciones, respetar su punto de vista de las cosas. No hay nada que acerque más a las personas que el sentimiento compartido del dolor. Bueno sí, la risa.


Hay un lugar en el mundo en el que la distancia entre dolor y risa no existe. ¿Nos vamos para allá?

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